«Hay que aceptar los desafíos»: entrevista a Adela Perolini en el marco del Mes de la Mujer
Adela Perolini fue una de las primeras vocales mujeres en los casi 100 años de historia del Tribunal de Cuentas de la Provincia. Repasamos su historia, en el marco del Mes de la Mujer.
Adela Perolini fue Vocal por la Mayoría entre 2011 y 2015 y se consagró, de esta manera, como una de la primeras mujeres en los casi 100 años de historia del Tribunal de Cuentas de la Provincia de Córdoba (TCP), en acceder a un puesto de esta jerarquía. Hablamos con ella, en el marco del Mes de la Mujer.
¿Cómo fue tu experiencia en el TCP?
Haber sido Vocal del Tribunal de Cuentas de la Provincia, entre diciembre de 2011 y diciembre de 2015, fue para mí un gran desafío y aprendizaje y, por supuesto, de gran experiencia.
Integré un grupo, tanto con los demás Vocales, como con funcionarios y empleados con experiencia y conocimiento, que me ayudaron a trabajar mancomunadamente, a formar un gran equipo, respetando inquietudes y valorando lo que cada uno podía dar.
¿Podés contarnos sobre tu experiencia en el Tribunal? ¿Qué cambios se impulsaron durante ese período?
Los logros que hemos alcanzado, por decisiones y acciones que hemos tomado, han sido destinados al fortalecimiento de la institución, para mejorar, en lo interno, la organización administrativa y funcional del TCP e ir adaptándolo a las dinámicas y exigencias de la Administración Pública Moderna bajo los principios de independencia, transparencia y ética; y en lo externo, mediante el apoyo a organismos y entidades controladas por el Tribunal orientadas, al estricto cumplimiento jurídico-contable.
Puedo mencionar con gran satisfacción que el Tribunal de Cuentas de la Provincia de Córdoba -en ese momento-pasó a formar parte de los seis Tribunales certificados en ISO 9001:2008, después de un enorme trabajo. En políticas de recursos humanos, se desarrollaron programas de capacitación para el personal, y algo importante también a destacar fue la firma de convenio con el Ministerio de Educación a los fines que los empleados que no habían finalizado el nivel medio, pudieran hacerlo.
¿Algo relacionado a los procesos de modernización y digitalización?
También se procedió con la digitalización de archivos, que consistió en convertir en formato digital los libros de Actas, Resoluciones y a través de un software específico, se pudo disponer en tiempo real de dicha información.
En cuanto a infraestructura edilicia, se pudieron diseñar modificaciones en las instalaciones de calle Dean Funes y 27 de Abril y, con el fin de que los empleados puedan realizar sus actividades en lugares adecuados, se decidió alquilar un edificio en Arturo M. Bas 120, el que fue remodelado y adecuado a las necesidades.
A su vez, fui presidenta de la Asociación de Tribunales de Cuentas de la Provincia de Córdoba (ATCPC), entidad civil conformada por el TCP y por Tribunos de Cuentas de las Municipalidades y Comunas de la Provincia de Córdoba. El fin de la misma es la capacitación de los Tribunos de Cuentas mediante jornadas que se fueron realizando en distintos puntos de la Provincia, logrando así que puedan asistir la mayor cantidad de Tribunos, poniendo de manifiesto el carácter descentralizador que impera en la Asociación.
Siempre consideré que la permanente capacitación es una de las herramientas que nos permite a las personas ser independientes, y en cualquier ámbito en donde nos desarrollemos -fundamentalmente en la Administración Pública- se logran cumplir adecuadamente los objetivos.
¿Cómo llegaste a ocupar una Vocalía y cómo observás el rol de la mujer en la administración pública?
Mi historia personal en la Administración Pública comienza con el advenimiento de la democracia en el año 1983, cuando integré una lista en el Concejo Deliberante de mi pueblo Wenceslao Escalante. Era la única mujer que la integraba. Luego, a los pocos días, renuncié para incorporarme al Departamento Ejecutivo como Secretaria de Gobierno, tarea que cumplí hasta el año 2003, donde me postulé como candidata a Intendente compitiendo con tres listas encabezadas por hombres (en total cuatro listas). Fue en esa oportunidad que me convertí en la primera mujer Intendente de mi pueblo en los períodos 2003-2007; 2007-2011.
Sé que a veces no nos es fácil a las mujeres participar en cargos ejecutivos, pero yo tuve la suerte de recorrer ese camino acompañada de hombres con gran apertura que consideraban a la mujer como a una par.
¿Qué le recomendarías o les dirías a las mujeres que ocupan lugares críticos de conducción en base a tu propia experiencia?
Teniendo en cuenta mi experiencia personal, puedo decirles a todas las mujeres con vocación de servicio, que hay que aceptar los desafíos y que tenemos mucho para dar. Lo que sí necesitamos es el acompañamiento familiar, indispensable para llevar adelante tan importante y comprometida tarea.